lunes, 29 de junio de 2009

Sabes que no miento cuando digo que te quiero..
Odio ver cuando se va alejando el tren
y ver caer tus lagrimas sobre el anden
no se si existe el destino solo siento que te quiero
cuando te veo al final de la via siento que me muero
Tengo que aprovechar cada segundo contigo pues después una via
separara nuestros caminos para mas tarde volvernos a juntar.


sábado, 20 de junio de 2009

domingo, 14 de junio de 2009

-Solías hablar mucho de Phoenix, pero ahora lo haces con menos frecuencia. En una ocasion dijiste : <>
Se rió con suavidad, a la espera, y pude ver que era para no ofenderme aún más.
-Alguna otra cosa?- exigí saber
-Pronunciaste mi nombre.
-Mucho?
-Exactamente, ¿cuantas veces entiendes por ''mucho''?
-Oh, no
- No te acomplejes. Si pudiera soñar, soñaría contigo. Y no me avergonzaría de ello

jueves, 11 de junio de 2009


Es muy fuerte como puede cambiar todo tan rápido de un día para otro. Cuando creías que alguien era completamente imprescindible en tu vida, pasa el tiempo y te das cuenta de que no es así, porque tu para esa persona eres simplemente eso, una persona más en su vida.
Cuando creías que sin esa persona no podrías vivir, te das cuenta de que no es así.
Cuando sabías que sin dudarlo, darías la vida por esa persona, te das cuenta de que no es asi.
En verdad no vale la pena confiar tanto en la gente, creerme, no es bueno, y luego el que acaba sufriendo eres tu.
Probablemente nunca pensé que podría llegar a pensar así, tan falsa, pero esque me pasa una y otra y otra y otra y otra vez la misma historia, y sigo confiando, como buena e idiota persona que soy.
Estoy aquí igual que hace meses, sin nada especial que contar, porque mi vida precisamente no es interesante.
Tampoco hay nadie interesante que desacar, son todos iguales

sábado, 6 de junio de 2009

Había una vez una niña, que estaba en la vida por estar, para ella no tenía ningun tipo de sentido.
Cuando por casualidad cononció a otra niña, culla razon de vivir era la misma que la de la otra niña.
Pronto descubrieron que eran tan iguales, que decian frases a la vez, y pensaban lo mismo.
Cuando una estaba triste, la otra lo estaba mas, cuando una sonreia, la otra tambien.
Se contaban todo, incluso las veces que se habian besado con un chico. Se daban consejos, tenían discursiones tontas, iban a todos los lados juntas, se hacian fotos, se daban abrazos, besos, pasaban momentos inolvidables..
Se prometieron que siempre serían amigas, y que por muchas discursiones que pasasen, la amistad permaneceria SIEMPRE.
Cumplieron los 18, y se fueron a vivir juntas.
La vida para ellas era fiesta, sexo, alcohol, fiesta, sexo, alcohol ..
Cuando se hicieron mas maduras, se casaron y cada una izo su vida
Pasaban los años, y cada una era feliz con sus respectivos maridos e hijos, cuando un día, ordenando una habitación, una de las chicas se encontró un albun de fotos en el que ponía un mote y una fecha. Intrigada lo abrió y al ver la primera foto rompió a llorar.
Era ella de joven con otra chica, en un cine, con unos muñecos.
Siguió viendo fotos y seguian saliendo ellas, vestidas para una comunion, esposadas, con una botella de vodka, con cigarros..
Y por casualidad al final del álbum ponía: La amistad verdadera nunca se rompe y nunca se olvida, la nuestra es de verdad. Otra vez el mote, un corazón y un número de telefono.
La chica tuvo curiosidad por llamar a ese número, aunque pensó que sería imposible que aun tuviera ese numero.
Se sentó en la cama y marcó el número.
- Quien ? - dijo una voz tan dulce como el azucar
- Sandra ? - contesté intrigada
- Quien eres ? - volvió a contestar esa voz
- De verdad no me reconoces, mafalda ? - dije yo cruzando los dedos
(se hizo el silencio y de repente..)
- AAAAAAAAAAAAAIIIIIIIII MI MAAAAAFFFF !!! - me contestó al fin, cuando se puso a llorar.
Estuvimos hablando hasta bien entrada la noche, cuando decidimos quedar un día y contarnos nuestra vida.
Esa tarde fué la mejor que recuerdo nunca, estaba igual que siempre, no había cambiado nada ! excepto esos dientes que tanto admiraba yo, ahora estaban rectos, sin hueco.
A partir de ese día, seguimos quedando todas las semanas.
Hasta que entonces, envejecimos, y cuando morí, pedí que me enterrasen con ella, para poder ser feliz en el mas ayá.